Sí, el cerumen es una sustancia protectora (evita la entrada de objetos extraños e insectos en el conducto auditivo) y lubricante (evita la formación de eccemas en el oído externo). Por tanto, es normal que se produzca abundantemente. El único motivo para extraer el cerumen es cuando se forma un tapón, y esto no suele ocurrir en edades tempranas.