Es una pregunta muy habitual en niños malos comedores (aquellos en lo que cada comida es una odisea para los padres para lograr que coman) y que suele coincidir con niños que han crecido por percentiles bajos. Es una FALSA CREENCIA pensar que las vitaminas estimulan el apetito, ya que no es así; su cometido es SUPLEMENTAR una alimentación deficitaria en vitaminas y oligoelementos, así como tratar una carencia de los mismos.
Los niños malos comedores son aquellos que no tienen interés por la comida, no le gustan probar cosas nuevas y suelen siempre querer las mismas cosas para comer. Frecuentemente, los alimentos que le gustaban dejan de hacerlo y hay que variar continuamente formas, colores y sabores de los platos que le ponemos. Curiosamente, a pesar de la aparente falta de alimentos, suelen ser niño muy vitales, que realizan su vida diaria de forma normal y que suben correctamente de peso (buena evolución de su curva de percentiles).
Las rutinas que debemos seguir con estos niños son las siguientes:
- No comer fuera de hora; es primordial ceñirse a las comidas principales y fuera de ellas, evitar el picoteo.
- No forzar a comer, ya que si realizamos esto con frecuencia podemos hacer que el comer resulte un castigo y justamente buscamos lo contrario, que le resulte agradable comer.
- Evitar las bebidas azucaradas (zumos, néctar) en las meriendas o media mañana, o como sustituto de las comidas, ya que dado el alto poder calórico de estos pueden estar muchas horas después sin comer.
- Poner a la vista varios platos, de manera que empecemos por el que queramos que coma (adecuar las cantidades) y, en un segundo plano, aquel que le gusta; de manera que el niño sepa que después de ese primer plato comerá algo que le resulte agradable. La intención es que se anime a probar nuevos sabores.
En resumen, los complejos vitamínicos NO HACEN que los niños coman más; deben ser prescritos por un pediatra en aquellos casos en los que haya déficit vitamínicos o una alimentación deficiente en nutrientes. El exceso de vitaminas puede provocar ciertas enfermedades serias, por lo que no se debe administrar vitaminas por cuenta propia.