Mientras duerme, el bebé realiza numerosos ruidos, pero entre los que más preocupan son unos ruidos agudos, “como si fuera un burrito”, que los padres interpretan como si le faltara el aire al bebé. Esto se debe a una inmadurez de los cartílagos de la laringe, de manera que son blandos y se colapsan cuando el bebé intenta meter aire en los pulmones (similar a cuando el aire silba cuando pasa por la rendija de una puerta), esto se llama laringomalacia. Con el paso de las semanas desaparecerá solo.