Se trata de la melanocitosis dérmica congénita, más comunmente conocida como mancha mongólica. Muchas veces, al decir este nombre, a los padres “les cambia la cara” y enseguida tenemos que puntualizar. Se trata de una zona con aumento de pigmentación y su nombre se debe a que en Mongolia es muy frecuente. Suele presentarse en la parte baja de la espalda, aunque también puede verse en tobillos, hombros y parte superior de la espalda. Desaparece con el tiempo, pero puede permanecer durante años. Es importante destacar que su aparición no se debe a ningún golpe durante el parto, que es uno de los principales motivos de preocupación de los padres.
