La lactancia materna es el mejor alimento que puedes ofrecer durante los primeros años de vida a tu bebé. Las principales asociaciones científicas pediátricas, así como la Organización Mundial de la Salud fomentan la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida y afirman beneficios hasta los 2 años. Más allá de esta edad los beneficios perduran y será la propia madre o el niño quienes decidan cuando retirarla. Como vemos, la introducción de la alimentación complementaria debería realizarse de forma ideal a los 6 meses; en ocasiones, siempre y cuando se esté dando leche de fórmula, podría introducirse antes, pero nunca antes de los 4 meses de edad.
Entre los 6 y los 12 meses de edad, la leche materna sigue siendo el alimento principal y, como su nombre indica, el resto de alimentos complementan (nunca sustituyen) a la misma. Por ello, la introducción de alimentos de hacerse de forma gradual, sin prisas, respetando las decisiones y los gustos del bebé.
Es habitual que los primeros meses los niños no coman prácticamente nada, apenas unas chupaditas de los alimentos pero justamente de eso se trata; los niños deben ir cogiendo gusto por la comida, seleccionándolos entre una variedad sana y equilibrada de alimentos que hemos puesto a su alcance, según sus preferencias de olores, colores, formas y sabores.
Para tranquilidad de los padres y demás familiares recalcaremos que la alimentación complementaria supone una parte muy pequeña de las necesidades energéticas que requiere el bebé diariamente para su crecimiento:
- Entre 6 y 8 meses supone un 10-20% del total
- Entre los 9 y 11 meses: aproximadamente 1/3 del total.
- A partir de los 12 meses y hasta los 2 años, supone la mitad del aporte calórico diario.
Si esto es así, ¿Cómo debemos afrontar entonces el inicio de la alimentación complementaria?
- En primer lugar, debemos no plantearnos expectativas, pues si no se cumplen nos frustraremos.
- Debemos crear un ambiente relajado y cómodo (recordemos que queremos que el bebé asocie la comida con un momento del día agradable); sin elementos externos que distraigan su atención tales como televisión o teléfonos móviles.
- La paciencia es un requisito indispensable; las primeras semanas el bebé se dedicará a espachurrar la comida y restregársela por la cara. Poca cantidad entrará en su boca.
- Debemos ser tolerantes y estar receptivos cuando el bebé rechace la comida; lo hará en más de una ocasión.
- La comida social ayudará a la aceptación de la comida por parte del bebé; si ve a sus padres comer, actuará por imitación. Hay que insistir en ofrecerles alimentos saludables.
¿Qué alimentos podemos introducir y a qué edades?
Realmente, podríamos hablar de qué alimentos debemos retrasar, pues prácticamente todos podrían iniciarse desde los 6 meses. La introducción debe hacerse de forma paulatina, dejando unos días (habitualmente 3-5 días) entre alimento y alimento, para poder detectar alguna intolerancia o alergia alimentaria.
Aunque la mayoría de alimentos contienen agua en gran proporción, debe ofrecerse entre tomas, sin forzar; idealmente debería darse aquellas bajas en sodio (habitualmente aguas minerales naturales de mineralización débil).
- Es recomendable pelarla o lavarla bien. Podemos empezar con naranja, plátano, manzana, pera, papaya, ciruela, manga y uva. Podemos ir introduciendo el resto posteriormente. Recordar que la manzana y el plátano pueden ocasionar estreñimiento en algunos niños. Los zumos NO están recomendados por norma.
- Es necesario lavarla bien. Se puede ofrecer papa, batata, calabaza, zanahoria, puerro, cebolla, habichuela, apio, tomate y aguacate. Deben cocerse al vapor o hervirse con poca agua, para que conserve la mayoría de sus propiedades. No debe darse antes del año hoja verde (espinacas, acelgas y berros), nabos, coles ni remolacha por su alto contenido en nitratos. Tanto la papa como la zanahoria son alimentos astringentes.
- Sin gluten (arroz, millo, mijo, trigo zarraceno) o con gluten. En este grupo añadimos el pan y la pasta.
- La carne debe ser preferentemente “blanca” (pollo, pavo, conejo). Aquella que procede de caza mayor en la que se ha utilizado munición de plomo está contraindicada en niños menores de 6 años. En caso de dar cerdo, ofrecer la carne bien hecha.
- Los pescados azules grandes (atún, tiburón, lucio, tintorera, pez espada), dado su alto contenido en mercurio, no debe darse en menores de 3 años. Igualmente las cabezas de marisco (gambas, cigalas y langostinos) deben evitarse por su alto contenido en cadmio.
Es necesario limitar las cantidades proteicas en el bebé, ya que el exceso proteico puede tener efecto negativo a nivel renal y se ha asociado con una mayor incidencia de obesidad en la edad adulta.
- A la hora de introducirlo, lo haremos empezando por la yema, en cantidades progresivamente crecientes; para posteriormente añadir la clara. Es importante comenzar con el huevo bien cocido; esto supone > 12 minutos de cocción una vez hierve el agua.
- Tanto lentejas, garbanzas y judías pueden aumentar el meteorismo (gases); debemos introducirlas poco a poco. Son una gran fuente de hierro. En este grupo entrarían los guisantes.
- La leche entera podemos iniciarla a partir del año (siempre que no se esté con lactancia materna). Las leches de crecimiento suelen ser hipercalóricas e hipervitaminadas; con lo que no están habitualmente recomendadas.
- En este grupo incluímos alimentos como la miel (no debe darse en menores de un año por riesgo de botulismo), el azúcar, la sal, el chocolate, postres lácteos, bollería (incluido galletas) y embutidos.
Recomendaciones generales
Las medidas higiénicas a la hora de la manipulación de alimentos debe ser una rutina ineludible. El lavado de manos previo a la manipulación de los alimentos y tras ella es indispensable. Si se presentan síntomas gastrointestinales como cólicos o diarreas, es mejor abstenerse de preparar la comida.
Si se usan biberones, estos deben limpiarse tras cada uso con agua caliente y jabón. Asimismo, no deben usarse trapos para su secado pues en ellos pueden quedar gérmenes; es preferible utilizar servilletas de cocina. La leche de fórmula no es estéril, por lo que lo más recomendable es el hervir el agua con la que se va a preparar y enfriarla posteriormente tras reconstituir el biberón; una vez preparado, debe consumirse en las dos horas siguientes. Tras una toma, debe desecharse el sobrante y NUNCA volver a recalentarlo. Si salimos de casa y llevamos un biberón, debemos llevar solo el agua; mezclando la leche en polvo justo antes de su consumo.
En el caso de los potajes, deben consumirse en las siguientes 2 horas de su preparación; pasado este tiempo, debe conservarse en nevera (no más de 24 horas) o congelarse. Cualquier potaje congelado debe descongelarse en el frigorífico y nunca a temperatura ambiente. Una vez descongelado, debe calentarse a temperaturas superiores a 65 grados, a la cual prácticamente cualquier germen no sobrevive. Finalmente, si la preparación del potaje se hace en un lugar distinto a donde se va a consumir, debe transportarse en recipientes isotérmicos.
Buenas noches Doctor, estamos preocupados porque nuestro Daniel, a raíz de un virus estomacal, ha dejado de comer alimentación complementaria.
Cada vez que nos sentamos a comer cierra la boca rotundamente y no hay manera.
Se puso malo el jueves 11, así que lleva 6 días sin comer nada de A.C., aunque sigue tomando bien el pecho.
Incluso se niega a tomar papilla de cereales con leche materna del banco de leche de su madre, algo que hace 6 días le encantaba.
Muy buenas
Muchas veces el periodo de convalescencia tras una enfermedad gastrointestinal puede durar incluso semanas…lo importante es ofrecerle alimentos sanos que les apetezca, contribuir a una buena hidratación (primordial) y tener paciencia hasta que el apetito se recupere poco a poco
Estimado doctor, mi bebé como muy bien sus verduras, ahora esta cerca del año y pesa algo de 14 kilos y mide 78 cm, me han puesto a dieta a mi porque suguieren q como le doy LM mi leche le esta subiendo de peso. Es correcto eso? Debo mejorar mi alimentación para q mi bebé deje de subir de peso?
Buenas noches doctor, mi hija tiene 13 meses y he empezado a darle comida sólida pero no la quiere comer. Su rutina de comidas es la siguiente: biberón por la mañana, media mañana, zumo de naranja ( que tampoco se toma muy bien) almuerzo a las 13 (puré de verduras con carnes ) pollo, pescado, carnes y pavo, de postre fruta triturada o yogurt, merienda ( compota de fruta ) y cena ( biberón). Lo que me preocupa es si le estoy empezando a dar comida sólida, como el arroz , las carnes y verduras, cuando quitarle esos alimentos del potaje? Vuelvo a repetir…de momento aún no come nada de la comida sólida estoy empezando y solo la toca
Debería darle menos potaje para ver si me come algo sólido ?
Hola Fran
No hay que tener prisa por introducirlo; lo primero es que se adapte.Hay que ofrecérselos poco a poco, una buena forma es hacerlo antes del potaje, que es el momento en el que llega con hambre.Los niños son capaces de autorregularse; por lo que comerán la cantidad que necesitan. No te agobies si crees que come poco; déjala a su ritmo